Los alemanes dicen que Gottlieb Daimler, es su creador, en cambio, los austriacos, adjudicarán esta condición a su compatriota Siegfried Marcus, quien construyó un aparato muy similar al de Daimler y, por su parte, los franceses señalarán a Levassor y a su socio Panhard, como creadores del automóvil moderno. Estamos en la segunda mitad del siglo XIX y, en esta relación, es el momento de decir que fue la bicicleta la que movió a los inventores a buscar medios más seguros y rápidos para movilizarse.
Pero, ordenando la sucesión de hechos, es preciso decir que Inglaterra disponía de recursos, de talento y de interés por los vehículos de nuevo tipo. Los ingleses ya habían adaptado el motor de vapor a la tracción de la locomotora y del buque, pero los británicos también habían inventado la bicicleta, detalle que no es nimio y debe citarse al historiar la aparición del automóvil. La bicicleta hizo que, numerosos inventores europeos, se esforzaran en crear una caldera de vapor para aplicarla a un vehículo ligero, de cuatro o más ruedas, pero, en Inglaterra, no tuvieron suerte y toparon con mucha oposición; en cambio, los alemanes y franceses tuvieron un camino expedito y en Alemania y Francia se dieron los pasos de progresos decisivos para abrir mercado a este vehículo. En Inglaterra, ocurrió un primer tropiezos. En 1801, Richard Trevithick, construyó un automóvil de vapor y, luego de probarlo, muy ufano, invitó a un par de amigos a dar un paseo y el coche marchó perfectamente; se detuvieron en una taberna del camino para brindar por el éxito; pero Richard olvidó apagar la caldera, se agotó el agua y, al recalentarse, todo el mecanismo estalló como una bomba. El automóvil tuvo otros enemigos británicos- los amantes de los caballos-, que se coligaron para hacer aprobar una ley que obligaba a que todo vehículo de tracción fuera precedida por una persona, agitando una bandera roja, durante las horas del día- o dar señales con una linterna roja, de noche. Esta ley estuvo vigente para el año 1895.
En la pequeña localidad alemana de Schorndorf, en el año 1834, nació Gottlieb Daimler, hijo de un humilde panadero, que desde niño mostró una gran afición por las máquinas, que fueron sus primeros juguetes, pequeños mecanismos fabricados por artesanos de la Selva Negra, que el pequeño Daimler reconstruía cuando se estropeaban. Era un chico de mucha imaginación y de aguda inteligencia, que demostró desde sus estudios elementales, por lo que los padres, haciendo ingentes esfuerzos, lo enviaron al Instituto Politécnico de Stuttgart. A Alemania había llegado con fuerza la Revolución Industrial; por todas partes se construían ferrocarriles; en el valle de Ruhr, Alfred Krupp, un experto metalúrgico, fabricaba acero con un nuevo procedimiento y lo mismo hacía Kart Siemens, además, se investigaba a fondo en el campo de la química, y la química y la metalurgia, fueron los elementos en que se fundamentó la técnica que permitió fabricar un vehículo liviano, provisto de piezas más resistentes y que funcionara con derivados del petróleo, como fuente de energía Mientras se sucedían todos estos avances, Daimler se graduó en Stuttgart de ingeniero mecánico y se fue a vivir varios años en Gran Bretaña, para perfeccionar sus estudios y, a la vez, trabajar como ingeniero en una fábrica.
En Inglaterra,observó la popularidad de un medio de locomoción relativamente nuevo: la bicicleta, aquéllas con una enorme rueda delantera, que eran muy incómodas y poca segura, pero eran ligeras comparadas con los automóviles de vapor, pesados y que obligaban a estar pendiente de la caldera y el agua. Curiosamente, sin saber nada de lo que pasaba en Europa, Hiram Percy, un norteamericano, que si poseía una bicicleta y tuvo la idea de adaptarle un pequeño motor, sin imaginar que su idea aplicada en todas partes, que hizo que la bicicleta cobrara una insospechada importancia; porque, numerosos inventores se empeñaron en crear un motor ligero y de combustión interna.
Daimler tenía 38 años cuando la Casa Benz, de Colonia, le ofreció el cargo de Director Técnico, con el encargo de perfeccionar un liviano motor a gas; en el equipo estaban Eugen Lancen y Nicolás Otto, que tenían mucha experiencia en motores a gas, especialmente Otto que llevaba años tratando de perfeccionar un primer motor de gas construido por Lenoir, demasiado caro por el consumo de combustible. Rocha, otro francés había propuesto, teóricamente, un ciclo de cuatro tiempos para reducir el consumo de gas. En 1867, en la Exposición de Paris hubo gran revuelo cuando Otto y Eugenio Lancen presentaron el motor de pistón libre.
En 1882, Daimler, disgustado con la fábrica de Colonia, decidió trabajar en un taller pequeño, pero propio. Hizo sus planos y comenzó a construir su primer motor de explosión a base de gasolina y el 16 de diciembre de 1883 obtuvo su patente para un motor de cuatro ciclos, combustión interna y a base de hidrocarburos. Por esos años, los motores a base de gas o hidrocarburos eran de construcción pesada y giraban entre 150-200 revoluciones por minuto; Daimler consiguió que su motor lo hiciera entre 800 a 1.000 revoluciones. Más tarde, Dunlop y Michelin fabricaron neumáticos para automóviles. Daimler y su socio Benz, tuvieron la tenacidad necesaria para vencer todas las dificultades. El padre de Benz había sido maquinista de locomotoras y, su abuelo, herrero. Se separó de sus socios que no aceptaron sus planes, llenos de novedades, y se asoció con Gottlied Daimler. Ambos hombres trabajaron unidos y en la Exposición de Paris del año 1900 presentaron el fruto de su alianza: era el Mercedes-Benz. ¿Y sin duda muchas personas se preguntarán por que ese nombre español,"Mercedes"?
Muy sencillo; Mercedes se llamaba la hija de Daimler.
Y dos curiosos hechos para terminar.
El francés Levassor estaba casado con la viuda del abogado de Daimler y había heredado de su primer marido las patentes del motor Daimler para Francia.
Gottlied Daimler murió en 1900, es decir, el mismo año en que nació el primer automóvil Mercedes-Benz.
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