Revista Multitemática Virtual

19 oct 2010

Dormir... qué delicia!!!

Nunca apreciamos esta maravilla,hasta que un día...¡horror! no podemos conciliar el sueño. Nunca se me habría ocurrido relacionar las horas de sueño con el peso, sin embargo, es definitivo. Si duermes ocho horas diarias, pierdes peso. ¿Cómo la ves?

La mayoría manejamos un circo de cinco pistas; éste es el estilo de vida del siglo 21, lo cual resulta en déficit de sueño. Esto nos lleva a engordar y envejecer más rápido. Sabemos que miles de cosas fundamentales en nuestro organismo se reparan mientras dormimos. Sin embargo, esto sucede sólo si nos acostamos temprano,entre 9:00 y 10:00 p.m. Sí, ya sé, ¡nadie se acuesta a esa hora! Bueno, pues ésa es una de las razones por las que tenemos mil achaques.Somos un país de desvelados. Es asombrosa la cantidad de gente que se engancha en internet o apaga la televisión pasada la medianoche, para al día siguiente con trabajos salir junto con el sol, gateando de la cama.

Uno de mis propósitos de este año es llevar una vida más ordenada. Por lo que investigo estos temas y me doy cuenta de la cantidad de cosas que ignoro. Por ello comparto contigo, querido lector, querida lectora, la información que a mí me parece relevante y básica. De acuerdo con las estadísticas, los desvelados consumen un 15 por ciento más de alimentos que los que duermen ocho horas. Como al día siguiente se sienten cansados, buscan comida 'reconfortante' alta en azúcares y carbohidratos, léanse donas,chocolates, galletas y demás, para conseguir energía. Además, el cuerpo resiente la fatiga, y piensa 'Crisis a la vista'. Entonces, comienza a almacenar grasa, por si acaso se necesita.
¡No sólo eso! Investigadores de la Universidad de Chicago afirman que,con la falta de sueño, por lo menos diez hormonas se desestabilizan; no sólo dejamos de producir melatonina, el mejor antioxidante (menos melatonina, más radicales libres, igual a envejecer más rápido), sino que se afecta apetito, la fertilidad, la salud del cerebro y del corazón.

Impide también la carga de la hormona de crecimiento necesaria para promover la creación de músculo y reducir la grasa. Entonces, la persona se hace bofa... sí, ¡flácida! Por si fuera poco, la falta de sueño deprime el sistema inmunológico y eleva los niveles de cortisol (la hormona del estrés), en lugar de bajarlos como debería.

Si dormimos menos de ocho horas, al cuerpo simplemente no le alcanza el tiempo. ¿Te has Despertado cansado y con la sensación de continuar con varios pisos apagados?

Cuando dormimos ocho horas, nuestra energía y vitalidad aumentan; se quita esa nube de la mente que nos impide pensar con claridad. Los niveles de insulina bajan y, sobre todo, ¡perdemos peso! Es importante dormir con el cuarto totalmente oscuro. Aun la lucecita más pequeña impide que el cortisol baje.

Así que, o cómprate un antifaz tipo diva de Hollywood, o tapa con una cinta adhesiva la luz del teléfono, computadora o despertador. Al respecto, fueron increíbles los resultados de un estudio en el que pusieron a personas a dormir en un cuarto totalmente oscuro.

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