Un nuevo estudio sugiere que los niños que viven con perros y gatos son menos propensos a desarrollar alergias a dichos animales más adelante en la vida, pero sólo si el animal está bajo el mismo techo mientras el niño aún es un bebé.
En comparación con los bebés que nacen en hogares libres de gatos, los que crecieron con éstos tenían aproximadamente la mitad de probabilidades de ser alérgicos a ellos en su adolescencia.
Fortalece el sistema inmunológico
La exposición a las mascotas en cualquier momento después del primer año de vida pareció no tener ningún efecto sobre el riesgo de alergia, sin embargo, eso indica que el tiempo puede ser esencial en lo que se refiere a la prevención de alergias.
Pese a que no es posible saberlo con seguridad, los investigadores sospechan que la exposición temprana a alérgenos de mascotas y bacterias relacionadas con éstas fortalece el sistema inmunológico, acostumbra el cuerpo a los alérgenos y ayuda al niño a desarrollar una inmunidad natural.
La suciedad es buena
“La suciedad es buena”, dijo a Health la investigadora principal, doctora Ganesa Wegienka, al resumir la teoría. “Tu sistema inmunológico, si está ocupado con la exposición desde el principio, se aleja del perfil inmune alérgico”.
El estudio sugiere que no regales a tu querida mascota familiar porque te preocupa que el animal provoque alergias. Aunque claro, el animal debe mantenerse dentro de lo que cabe limpio
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