Los chinos fueron los primeros en lograr imprimir algunos textos, lo que ocurrió por el siglo II a.C. Pero, para llegar a este logro, ya disponían de papel, cuya técnica de manufactura dominaban muy bien, desde hacía muchas décadas; también, disponían de tinta, otro elemento esencial, que los chinos conocían ya hacía unos 25 siglos y, finalmente, sobresalían en el arte de hacer relieves. Esta técnica la empleaban utilizando mármol para escribir en relieve pensamientos budistas; las superficies se untaban con tinta y, los peregrinos, provistos de una hoja de papel, presionaban sobre el relieve para obtener una copia de lo escrito y de la misma manera y propósito, se hicieron sellos con frases o figuras religiosas.
Pero, pronto surgió la necesidad de reemplazar tales materiales. Estos son los primeros pasos del arte de imprimir y hubo de transcurrir tiempo para que los signos de los textos se fabricaran en madera y separados unos de otros; pero el inconveniente surgía por el trabajo que demandaban y también por la dificultad de lograrlos idénticos. Pero fue un avance y hubo que esperar hasta el siglo XI para que el alquimista chino Pi Sheng concibiera la idea de disponer de tipos movibles capaces de soportar ser usados varias veces. Utilizó una amalgama de arcilla y cola, cocida al horno. Componía los textos juntando los tipos en una lámina de hierro, cubierta con una mezcla de resina, cera y cenizas de papel. Calentaba suavemente la lámina y, luego, la dejaba enfriar para que el tipo se solidificara.
Al llegar a este punto, la espera fue más larga - hasta el siglo XV-, para que apariciera Johannes Gutenberg y e inventara la tipografía, que era la asociación de troqueles, matrices y plomo para fabricar en gran cantidad de letras y todas ellas totalmente idénticas; contando con estos elementos indispensables,Gutenberg concibió el arte de imprimir. Este era un concepto nuevo, porque ni en China, ni en otros países del Este, nunca se inventó esta manera de imprimir.
A Gutenberg se le atribuyen ambos descubrimientos, aunque hubo disputas en su tiempo, porque no figuraba su firma al pie de las impresiones, como por ejemplo, en la impresión de las 42 líneas de la Biblia, en 1445 o del Calendario Astronómico de 1447-48. La disputa fue con Johanes Fust y el futuro yerno de éste, el calígrafo Peter Schöffer, se inició un obscuro asunto legal que perdió Gutenberg en 1455.
En 1509, Schöffer declaró que la invención de la imprenta pertenecía solo a su padre y a su abuelo, y reclamaba sus derechos de herencia, pero lo cierto es que en 1505 él había escrito un prefacio en la edición de Livy, diciendo que "el admirable arte de la tipografía se debía al ingenio de Johannes Gutenberg, en Mainz en 1450." Texto que hacía imposible aceptar lo que asevera en su reclamo de herencia, porque Johan Fust, murió en 1466 y Peter Schöffer, en el 1502. De ahí que la historiografía atribuya el invento a Johannes Gutenberg. Para que la tipografía cumpliera su cometido, era indispensable el papel, material que solo conocían los chinos y el papel y el arte de fabricarlo llegó a Europa solo en el siglo XII, siguiendo la ruta de las caravanas de Asia Central que llevaban a los mercados de Samarkanda, centro del comercio del Este. Desde ahí pasó a todo el mundo árabe, como artículo de consumo y como también, se difundió la técnica de elaborar papel, estas fábricas proliferaron, sobre todo en España, por entonces, bajo el dominio árabe.
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