Una persona que jamás se haya encontrado en un lugar en que se produzca un fuerte temblor de tierra, cuando ello ocurre, en verdad, experimenta sensaciones muy encontradas; primero se siente desorientada porque no capta lo que está ocurriendo y la domina el temor cuando se balancean las lámparas, se caen los cuadros de las paredes, que se mueven, y el lugar se llena del ruido de lo que cae al suelo y se rompe. Algunas personas son presas del pánico y les parece que transcurre una eternidad, aunque los terremotos no duran escasos segundos.¿Y por qué se producen los temblores? La respuesta está en la corteza terrestre, que está formada por grandes placas, que se presionan entre sí para desplazarse o ajustarse, y esto es lo que produce los movimientos sísmicos, que se llaman, indistintamente, temblores, terremotos o se denominan con el genérico seísmo, palabra griega que significar sacudir.
La mayoría de los movimientos sísmicos duran menos de 1 minuto y el más largo - llegó a los 4 minutos - se registró en Alaska el 27 de marzo de 1964, que causó pocas muertes (115) por la baja densidad de la población. El terremoto más devastador de nuestros tiempos, ocurrió en Kwanto (Japón). La mayoría de las casas de madera y papel - al volcarse las estufas- se incendiaron y la ciudad desapareció; murieron 144.000 personas y más de 500.000 casas quedaron destruidas. Otro terremoto importante ocurrió, en 1556, en Shansi, China, con 800 mil muertes estimadas; otro más fue el de Lisboa que, 1755, provocó 40.000 muertes, o el 1906 en California, que provocó el incendio de San Francisco. En California está la Falla de San Andrés; que son dos placas que se deslizan 5 centímetros cada año y sobre ella está construida San Francisco. En China, en el año 132, se inventó el sismocopio, el primer instrumento para registrar terremotos.
Actualmente, la magnitud de un seísmo se mide en la escala de Richter, científico norteamericano, que la desarrollo en los años 30. El temblor de grado 1º de Richter, solo lo perciben los sismógrafos (aunque se producen 500 mil terremotos cada año).Los seres humanos percibimos los de grados 2º al 5º; pero, la siguiente intensidad, grado 6º es ya bastante destructiva; y los temblores de grado de 7º aumentan sus efectos destructivos, mientras que los de grado 8º son tremendamente destructivos. Los instrumentos precisan el punto exacto en que se originan, en el interior de la tierra, lo que se llama foco, y el epicentro, que es el punto terrestre que está directamente encima de la superficie. Los terremotos de mayor intensidad registrados han ocurrido en 1908, en Colombia, que fue de grado 8,9, la misma magnitud del de Japón ( Morioka, en 1933), el de Lisboa fue de grado 8,75 y el de Assam (India) de 8.7 grados. Existen áreas muy propensas a los terremotos - como el Arco del Pacífico, desde Alaska a Tierra del Fuego, siguiendo el lomo de los montes que forman la cordillera de Los Andes; otra zona sísmica está en el centro de Europa y, por último, otro gran arco que abarca los territorios del Sudeste asiático.
Este comportamiento de la Tierra ha generado reformas en los conceptos de la construcción. Ahora, en Arquitectura, se emplean materiales más sólidos (concreto armado en placas y sostenes de hierro, que afianzan los suelos de los pisos; además, se siguen diseños de edificios en forma piramidal o cónica, que otorgan mayor resistencia a un terremoto que una torre de paredes verticales. Los seísmos importantes acarrean, un gran número de sacudidas, pero de menor intensidad, llamadas réplicas, y que pueden repetirse por días y hasta por semanas. Es cuando decimos "que la Tierra sigue temblando". Sin embargo, no son frecuente temblores precursores de grandes seísmos y, como curiosidad, anotamos que hay científicos que creen que los animales pueden presentir la proximidad de un terremoto y lo manifiestan por ladridos, aullidos o demostraciones de nerviosidad.
La ausencia de temblores precursores, es una dificultad que impide predecir, oportunamente, los temblores catastróficos. Pero, el estudio de los seísmos nos sirven para comprender mejor la estructura del globo terrestre. Y en tales estudios se observa la profundidad del foco, generalmente, situada a 50 kilómetros, aunque ésta puede llegar hasta los 700 kilómetros. Las ondas vibratorias o de propagación, son registradas por las diversas estaciones sismográficas repartidas por todo el mundo, lo que permite determinar con exactitud la posición geográfica del epicentro. En las zonas costeras o en alta mar, los seísmos pueden causar terribles maremotos, con efectos muy devastadores..
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